jueves, 30 de abril de 2009

Primeros síntomas de una vejez en aumento



Finalmente llegó el maravilloso "Fin de mes" y su tan esperada hora de cobrar el sueldo de estudiante.
Caminando muy tranquila y contenta, paseando por la ciudad, llego hasta al cajero. Me sonreía la vida, no había cola.
Llego, pruebo una y otra vez, pero me apareció un mensaje como este: "Disculpe. La operación que requiere no ha sido autorizada por la institución emisora".

Muy frustrada y preocupada le comunico a mi "jefa" (mi mamá) que no pude cobrar mi sueldo. Pero ella (y como toda madre) en vez de tranquilizarme comenzó a mandarme un mensaje tras otro preguntándome que qué pasó, que por qué será, que si probé con la tarjeta adecuada, que si apreté los botoncitos correctos, y así continuó todo el día hasta llegar la noche que seguía preguntándome que si tengo para comer, que si cené, que qué cené, etc. Para que se quede tranquila y deje de bombardearme con los mensajes le comenté que iba a ir hoy por la siesta a probar nuevamente, que seguramente fue un problema del sistema y nada mas.

Hoy a la siesta, luego de almorzar me dirijo nuevamente al cajero del banco correspondiente, pero esta vez sin la sonrisa del destino, ya que me encontré con una cola mas larga que las que suele haber los mediodías que dan de comer ravioles en el comedor universitario.

Luego de una larga espera y con un poco de miedo ingreso la tarjeta, nuevamente el mismo mensaje con el consiguiente aumento de mi desesperación. No sabía que pasaba, mi primer pensamiento fue "¡Alguien me bloqueó la tarjeta! ¿Quién fue el que me hizo esto? ¡Encima mañana es feriado! ¿Y ahora que hago?"

Muy molesta y ya con los nervios de punta salgo del lugar y caminando llego a otro cajero, pruebo nuevamente, el mismo mensaje. Mis nervios me desbordaban, estaba en la cúspide de la desesperación. Entre eso veo a un niño de no mas de 10 años que estaba con su mamá haciendo la cola, pero que cada tanto se acercaba para mirar lo que yo estaba haciendo.

No sé cómo se me ocurrió la genial idea de probar con la otra tarjeta, que para mi era la de crédito, saco y leo en ella "Débito"...

No puedo describir las ganas de reírme a carcajadas que tenía, porque había sido la muy inteligente de mi persona había probado con la tarjeta equivocada.. Ingreso y automáticamente empecé a sacar el dinero que me correspondía.

Mientras lo hacía me di cuenta que definitivamente no estoy preparada para tener niños, no tengo ni la mas mínima paciencia con ellos, porque la hermosa criatura que estaba a mi costado empezó a gritar y a todo pulmón "¡Está sacando mucha plata! ¿Por qué está sacando tanta plata? ¡Es mucha, es mucha!" Tenía unas ganas de decirle "¿No te das cuenta que por eso me pueden robar y pegar un tiro?" Pero bueno, respiré profundo, conté hasta diez y luego de darle la "mejor" de mis miradas a la madre me retiré del lugar.

Este tipo de cosas me está pasando muy de seguido. Estoy mas distraída que de costumbre, mas dormida y encima tengo poca tolerancia con los niños. Ya sé que tengo muchas ganas de ser madre algún día, pero cuanto mas pasa el tiempo, menor es mi tolerancia...
Y a todo esto hay que agregarle el enorme sueño que me agarra antes de las 10 de la noche...

Por lo tanto, me pregunto...

¿No estaré envejeciendo?


PD: Y eso de contar todo con lujos de detalles también es cosa de vieja ¿No?



Parece que si...

miércoles, 29 de abril de 2009

Sabor amargo


Siento a mis párpados pesados, el cansancio está aumentando poco a poco. El reloj aún no señala las 10 de la noche y ya me caigo de sueño. Hago memoria, pero aún así no recuerdo el motivo de este cansancio.

En mi mente aparecen fugazmente pequeños momentos vividos hace un tiempo. Recuerdos que me llevan a él... Hace tanto tiempo que no hablamos.

Una pequeña nostalgia me envuelve, desearía romper con la distancia que nos rodea. Recuerdo que nunca fui muy unida a él, siempre existió aquel abismo que se fue abriendo cada vez mas con el correr de los años. Recuerdo la discusión que tuvimos y como terminamos.

Puedo decir que pasan los días y veo que estoy bien, que nada me falta, que tengo gente querida a mi lado y que en la facultad me va dentro de todo bastante bien. Pero cada tanto aparece este sabor amargo, este sentimiento triste, esta lágrima retenida... Y lo recuerdo sintiendo su silencio...


Defendí lo que pensaba y a mis ideales, gané una batalla interna pero perdí lo poco que tenía de él... Porque era poco, muy poco, pero lo tenía...

¿De qué sirve oponerse tanto si igual uno termina sufriendo? ¿De qué sirve decir lo que se piensa si igual el otro no hace el esfuerzo para escucharte? Si tampoco piensa ni reacciona, si no ve lo que realmente uno es... Una persona adulta...

¿De qué sirvió ser yo misma... Si queriendo defender lo que es justo terminé cayendo en los vacíos del olvido?

"No esperes demasiado, porque puede llegar a ser muy tarde" me dijo una persona hace un tiempo...

No, no deseo llegar hasta ese punto, pero me cansé de dar todo de mi sin recibir lo que realmente deseaba... Aquel cariño paterno...

viernes, 24 de abril de 2009

Cuando lo real sorprende

Era uno de esos momentos en que milagrosamente estaba concentrada en el estudio. Haciendo cuadros sinópticos en el pizarrón, leyendo en voz alta, imaginándome que soy una profesora que está enseñando micología frente a un aula lleno de alumnos. Ésta es una de las pocas técnicas que me sirve a la hora de estudiar.
De repente, suena mi celular, veo quién es, mi hermana... "Te llamaba porque dentro de un rato lo voy a buscar a Pablo, porque le dieron la salida por este fin de semana y pensaba buscarte para que pases un rato con él".

Pablo es mi hermano mayor que hace un mes está internado en un centro de rehabilitación. Su drogadicción y alcoholismo llegaron hasta tal punto que ya no podía ni con él mismo. No puedo describir la felicidad que sentí al enterarme que después de 20 años de adicción al fin hubiese decidido tratarse. Y no solo yo, sino toda la familia...

Aunque sabía que para mi no era conveniente tener una visita, por el corto tiempo que tengo para preparar el examen que rindo el lunes próximo, igual acepté con agrado la noticia.

Una hora más tarde los recibí en mi departamento y con mate en mano, nos sentamos en el balcón para charlar un buen rato.

Mi novio fue la única persona que me dijo que de todos mis hermanos, Pablo es el más parecido a mi y esta tarde pude comprobarlo...

"Hoy me preguntaron cuál es mi sueño" comenzó hablando mientras miraba con ojos soñadores el bello atardecer que iluminaba tenuemente la ciudad...
"Les dije que mi sueño es crecer espiritualmente, porque solo así me llegará la paz y la felicidad que tanto necesito. No me importa si no gano mucho, porque si uno empieza a concentrarse en lo que realmente importa, en su alma, en uno mismo, el dinero llega solo..."

Yo lo miraba hipnotizada... era como sentir la verdad en sus palabras... interiormente no podía evitar el asombro... porque era justo lo que yo pensaba...

"Uno no debe vivir la vida apurado" continuaba mientras tomaba de a sorbos el mate amargo que le cebaba... "¿Para qué vivir apurado? ¿A dónde vas tan apurado? Nosotros no somos máquinas para vivir así, somos humanos... a nosotros no nos cargan con aceite ni tampoco nos hacen un servis... Entonces ¿por qué vivimos como máquinas?"

En el transcurso de mi corta vida tuve la suerte de leer muchos libros de auto ayuda espirituales, como ser los de Paulo Coelho, Enrique Barrios, entre otros. Y aunque difieren un poco en las palabras, pude descubrir que todos tienen la misma esencia, todos hablan de lo mismo... "La paz y la felicidad están en uno mismo"

Y el escuchar a Pablo hablando en mi mismo idioma fue una experiencia totalmente increíble... Es cierto, de todos mis hermanos (aunque podría decir, de toda mi familia) él es el que mas se parece a mi, como si nos hubiésemos criado juntos, recibido la misma enseñanza...

"Mi problema es que la mayoría del tiempo, mi mente está totalmente dispersa y me es difícil llegar a la concentración absoluta" le dije mientras tomaba el mate...

"Es que vos necesitás hacer algo que nos enseñaron en terapia. Tratá de hacer una cosa a la vez. Tratá de concentrarte en una cosa a la vez. No pienses de acá a tres años, ni siquiera pienses en el mañana, o en la hora siguiente... Si vas a secar los platos, concéntrate en secar los platos, tomate tu tiempo, hasta que queden bien secos... Si vas a estudiar, concéntrate en tu estudio y no pienses en nada mas... si vas a limpiar tu departamento, concéntrate en eso y no mires a los libros que están sobre la mesa... Solo así vas a poder hacer las cosas bien, solo así vas a poder avanzar... Porque sino te llenás con un montón de cosas e igual no avanzas..." Me dijo con la mayor tranquilidad que una persona puede llegar a tener, totalmente seguro, confiado de lo que decía era cierto... y así era...

Nunca tuve una charla como la que tuve hoy con él... Lo vi totalmente cambiado, renovado, como si hubiese vuelto a nacer... con mas sabiduría...

Me di cuenta de que el Pablo de antes no era el real... sino un pobre alma consumido por las peores adicciones de hoy en día.

Recuperé a mi hermano y eso me pone inmensamente feliz...

Solo espero que tenga la fortaleza para seguir con el tratamiento, porque esto recién empieza y aún le falta un camino largo por recorrer... Pero gracias a Dios, el primer paso ya está dado.

¿Por qué tienes un blog?


"Si querés escribir acerca de temas más variados hacelo desde una nueva cuenta pero que tus allegados no conozcan" Me dijo él hace un tiempo.
Estaba molesta, porque cada vez que escribía algo de corazón él me tiraba todo los ánimos al piso diciéndome que era inapropiado hacer público algo tan íntimo. Me decía "¿Vos crees que tus hermanos no leen esto? ¿Y tus amigas? Si todo el mundo ya sabe que tenés un blog"

Y tenía razón... las cosas que quería escribir eran demasiado fuertes para que mis conocidos lo lean, podía lastimarlos y esa nunca fue mi intención...

"¿Cuál es la necesidad de escribir algo para que otros lo lean?" Continuaba preguntándome en aquella madrugada por teléfono. Habíamos discutido por un pequeño cuento autobiográfico que había publicado en uno de mis blogs y como a ninguno de los dos nos gusta ir a la cama enojados, me terminó llamando para que solucionemos nuestras diferencias.

No sé por qué necesito tener un blog para esto. Está claro que me desahogo escribiendo, pero ¿Cuál es el motivo real que nos impulsa a hacer algo público? ¿Cuál es el verdadero motivo que nos lleva a tener un blog?

Hoy en día existen millones de blogs y mucha gente los utiliza como un diario íntimo. Tal vez lo hagamos porque nos guste ver lo hermosa que quedó nuestra página, al finalizar el trabajo. Tal vez nos consuela el hecho de leer que no somos los únicos que nos pasan estas cosas. Tal vez para no sentirnos tan solos. Tal vez lo necesitamos como terapia. O tal vez simplemente para pasar un poco el tiempo y divertirnos un buen rato.

Creo que nadie está totalmente seguro de por qué tiene un blog.

Y a pesar de que no encuentre una respuesta satisfactoria para esta pregunta yo todavía siento que esto es lo que necesito, puede ser porque quiera que ésto sea espejo de mis ideas, para no irme sin haber hecho nada, para no pasar tan desapercibida en la vida...

jueves, 23 de abril de 2009

Un nuevo comienzo

Necesitaba empezar a recorrer un nuevo camino, uno distinto, sin demasiadas reglas, en el incógnito absoluto...

Necesitaba poder desahogar lo que llevo dentro, contar lo que me pasa...

Dicen que a veces es más fácil hablar cuando no te conocen demasiado, porque es así cuando uno realmente cuenta lo que le pasa, sin miedos a ser rechazado, sin vergüenza ni timidez.

Necesito volcar todas las cosas que me están molestando en algo, en un papel o en esta pantalla en blanco.

Necesito arreglarme por dentro, sacar las viejas cosas inútiles que tengo para poder liberarme, sanar viejas heridas para sentirme mas liviana.

Porque son esas cosas inútiles las que no me dejan avanzar, las que no me dejan triunfar en la vida.

Por eso, hoy empiezo con este blog, hasta que me limpie por dentro y pueda finalmente volver a sonreír...